El fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre ganan los alemanes.

Y razón no le falta. Hay que agradecer a Turquía la Eurocopa que nos ha ofrecido.
Esta claro, que su juego no ha sido ni mucho menos brillante, pero la suerte le acompañe en gran parte del torneo. Paso milagrosamente la frase de grupos, tras ganar al Chequia en el último suspiro tras un gran fallo de Cech. La fortuna siguió a su lado en cuartos, para poder ganar a Croacia en penaltis, después de poner el empate en el marcador en el minuto 120+2, exactamente. Si, Turquía llego a la semifinal. Pero, su sueño Europeo termino aquí. Quedo apeada en “semis” contra Alemania.

Una Alemania que nada o poco a hecho para llegar a la final. El susto que le dio Croacia en la fase de grupos no sirvió para que los alemanes espabilaran. Se clasificaron a base de pinceladas de unos jugadores extraordinarios. Primero fue Podolski, luego se sumaron Schwensteiger, Ballack y Klose y finalmente llego Lahm. Anoche fueron Bastian, Klose y Lahm los goleadores. Los turcos intentaron una y otra vez una remontada épica, pero no fue posible. En mi opinión, los turcos fueron superiores a los alemanes, que solo crearon ocasiones a base de fuerza y garra. El partido fue apasionante por dos simples hechos. Primero, porque se trataba de una semifinal, y lo que todo eso conlleva. Y segundo, por la abundancia de goles, cinco, nada menos.

Y por ultimo quiero añadir, que no vi a los alemanes físicamente también durante el segundo tramo del partido. Por lo tanto en una final donde debe enfrentarse a la ganadora de Rusia-España, será difícil para Alemania, dado que estas dos selecciones tratan de mover el balón, cansando al contrario, como ya hicieron a Holanda e Italia, respectivamente.

Esperemos, que la frase del titulo no vuelva a producirse.